En las últimas dos semanas de campaña, los partidos apuntan a quienes todavía no definieron su voto. En Provincia, llegan al 20 por ciento. Serán decisivos y la mayoría se inclinaría por listas opositoras Cada uno a su manera y a dos semanas de las elecciones, los partidos polñiticos preparan sus armas para conquistar a los votantes indecisos, el preciado 20% del electorado, capaz de dar vuelta la elección en su favor.
El kirchnerismo busca sacarle votos peronistas a De Narváez y cree que sólo así asegurará un triunfo. Los operadores del ex presidente continúan instalando la idea de que sus contrincantes Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín pueden dar una sorpresa, con el propósito secreto de lograr que los votos opositores vayan al Acuerdo Cívico y Social y favorezcan el triunfo oficialista.
Por eso empezó a obsesionarse con De Narváez. Primero, lo cuestionó con la causa de la efedrina, pero cuando lo convencieron de que no daba resultado, fue por el plan B: reforzar su identidad justicialista, en una búsqueda del "peronista crítico" que perdió y para ello hay que mostrar al Kirchner de saco abierto, mocasines, que camina el conurbano. Mostrar su faceta más peronista.
Y el plan está en marcha. Habrá hasta tres salidas por día al conurbano bonaerense y el cierre de campaña será en La Matanza. Kirchner cree que el Gran Buenos Aires es su carta ganadora. Al interior iría un par de veces, una de ellas, posiblemente, a Olavarría.
Además los nuevos spots ya están en la televisión y defienden ese perfil. Son cinco que hablan de lo que hizo el Gobierno y que reivindican la pelea de Kirchner. Todos terminan con el mismo eslogan: "en la vida, las cosas se consiguen peleando.
Por su lado, Daniel Scioli está preparando folletería para las regiones difíciles, donde intentarán dejar en claro "todo lo que hizo el Gobierno". Así, el oficialismo confía llegar a su sueño: el 38% de los votos y ocho puntos de diferencia. Aunque, como nunca antes, admiten que el resultado, al final, podría ser más ajustado.
Por su parte De Narváez cree que el votante peronista tradicional ya optó por Kirchner, por lo que apunta en los 13 días que faltan para el comicio a desperonizarse y mostrarse diferente. Según sus encuestas, los indecisos se dividen en dos grupos: los dueños de un voto blando, que son aquellos que están analizando las opciones, y los votantes duros, que se muestran descreídos de la política.
A los primeros esperan convencerlos con proyectos de ley concretos, como los que empezaron a publicitar esta semana. Entre ellos, eximir del IVA a algunos alimentos, instaurar un ingreso básico familiar para paliar la indigencia, incentivos fiscales para favorecer el empleo joven, una ley penal juvenil, la derogación de los superpoderes y la rebaja de las retenciones agropecuarias.
Una batería de spots publicitaros ya explican cada uno de estos proyectos.
Entre los indecisos, hay un alto porcentaje de jóvenes, a quienes quieren llegar también por Internet. De hecho, el equipo de De Narváez preparó 11 sitios web, con páginas que incluyen desde el mapa de la inseguridad, una convocatoria a fiscales, a voluntarios, a primeros votantes hasta perfiles en las redes sociales Facebook, YouTube, Flickr, Twitter y Sónico.
Al resto de los indecisos duros, esperan seducirlos desperonizando la campaña. No es que no desean conquistar al electorado peronista, sino que pretenden que sus actos no sean convocatorias de aparato.
Y en la otra vereda Carrió, Stolbizer y Alfonsín destinarán sus últimos esfuerzos a convencer a los indecisos bonaerenses. Su mensaje será que representan a la única lista opositora, y que Kirchner y De Narváez son lo mismo y terminarán juntos, tarde o temprano según informa el diario La Nación.
La idea es combinar la presencia de Carrió y de sus candidatos con una batería de spots, afiches y e-mails.
lunes, 15 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario