Comunicado del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, firmado por su titular, Alberto Balestrini
De aquí a las elecciones Francisco de Narváez no va a parar de decir cosas tan espectaculares como huecas y sin fundamento porque sabe que va camino a una derrota y pretende, con sus mentiras, generar miedo en la sociedad. Ese parece ser su concepto de la Democracia: Asustar al Pueblo.
El Partido Justicialista de la Provincia desestima los dichos de Francisco De Narváez en el sentido que si gana el Frente Justicialista para la Victoria el ex presidente Néstor Kirchner arremeterá contra la propiedad privada y avanzará sobre los bancos y sus depósitos.
Antes que anuncios apocalípticos, lo que le gustaría saber al Pueblo bonaerenses es a que intereses representa, porque su confusa llegada a la política, financiando a Menem en el 2003 y gastando millones en publicidad no alcanzan para demostrar su transparencia.
Tomar en serio las palabras del candidato opositor sería faltarle el respeto a los ciudadanos de la Provincia. Nadie en su sano juicio puede subestimar la capacidad de decisión del único soberano: El Pueblo.
Si De Narváez se refiere a la estatización de las AFJP, hay que ser rigurosos: la reforma previsional que tanto molesta a los sectores que él dice representar tuvo por sentido – justamente - recuperar para los trabajadores la seguridad sobre sus contribuciones al sistema. Y además recuperar el control y la gestión social del ahorro de todos los aportantes, que por una polémica y graciosa concesión del menemismo y de Cavallo se les regaló a los bancos y sirvió básicamente para financiar emprendimientos privados, lejos del interés nacional, que hasta incluyen canchas de golf en el Nordelta.
Además, ahora, empieza a batir el parche con la amenaza del fraude.
Busca deslegitimar el triunfo popular del 28 de Junio. En lugar de meter miedo e incertidumbre en el pueblo, De Narváez tendría que explicarle a los bonaerenses su repentino interés por la política, luego de haber transitado buena parte parte de su vida sin militancia y sin historia.
De qué se trata el proyecto que dice tener, porque más allá de ser un slogan de campaña nadie conoce una sola propuesta del candidato de Unión Pro.
Las pocas que transmite en su afán mediático, son contrarias al interés de las mayorías.
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